
Participamos de una escena cotidiana del SXVII: nos encontramos con una mujer pensativa en una habitación frente a una mesa más o menos desordenada, sosteniendo una balanza delicadamente trazada. Irradia la escena la luz que proviene de Arriba, de fuera de la ventana, iluminando su mente y su corazón a la vez. Quizá el pequeño marco que se encuentra junto a la ventana y frente a ella sea un espejo (elemento común en los cuádros de Veermer) que le permite verse a ella misma iluminada bajo esta Luz (léase "fe"), que le muestra quien es ella verdaderamente.
No podemos dejar de ver que esta mujer está embarazada y a su lado hay un cuadro del Juicio Final, detalles que el autor colocó intencionalmente en esta escena y que enriquecen la perspectiva de cómo valora sus tesoros. Es decir además de utilizar la balanza para oponer en los platillos los pros y los contras -que es lo que generalmente hacemos hoy en día para tomar una decisión "funcional" (que de momento parece funcionar)- ella toma en cuenta mas elementos para decidir lo mejor.
Teniendo en cuenta que es ella misma quien tomará la decisión y dejándose iluminar por la Luz va valorando ante la perspectiva del Juicio Final, sus tesoros y sus opciones. Sus tesoros no son solo sus pertenencias materiales (representadas por las perlas sobre la mesa) sino también lo que ha descubierto al mirarse a si misma con esa Luz en el espejo: sus dones y talentos personales, sus pensamientos, sus experiencias, sus anhelos e ideales, su dignidad, su misión, sus fallas, sus limitaciones, su propia historia… ¡ella misma!
Comprende el peso auténtico de sus opciones y discierne sabiéndo que sus decisiones influirán en el balance definitivo de su vida, es decir cuánto la acercarán o alejarán de su propia felicidad. Y por ser una mujer, por su vocación maternal de dar vida y “hacer familia” entre las personas con quienes se relaciona, al mismo tiempo es singularmente capaz de considerar la contribución de sus actos a la felicidad de otros.
Las decisiones tomamos tienen repercusiones (positivas o negativas) en nuestra vida y en la vida de otros, particularmente en los seres mas cercanos a ella. ¿Quién no desea crecer en libertad y seguridad al decidir lo mejor para ella y para los demás?
2 comentarios:
Cuan cierto es que las decisiones que tomamos en nuestras vidas influyen tanto en nuestra vida y en los demás. Justo estoy viviendo eso en estos momentos, lo triste o bueno de esto es que sé cual es la decisión que debo tomar, y que difícil se me hace decidirme totalmente y dar el gran paso, a ser fuerte y decir BASTA YA!. Por no tomar la acción correcta sufro tanto y hago sufrir a los que amo en especial mis hijos.
Cada tema que escribes Patricia es muy profundo y llega muy dentro de mi en especial. Dios y la Virgen te han dado un don especial para ayudar a los demás, como dice tu blog Adelante, siempre Adelante.
Recuerda que no estás sola y que si nos abrimos a la Gracia de Dios obtenemos la fuerza y el valor para actuar conforme lo que ya hemos entendido como LO MEJOR.
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