5 de abril de 2010

DOLOR - ALEGRÍA


¿No es sorprendente? aún cuándo parece que no hay más que hacer, cuándo parece que todo está perdido, el ratoncito no pierde la esperanza y fortalecido por el excelente queso que ha comido, se va levantando del golpe ¡con tanto entusiasmo que nos alegra!

Así los cristianos, cuándo nuestros sufrimientos, desilusiones o problemas, sean tan grandes que como que nos aplastan, con confianza pidámosle al Espíritu Santo que su Amor nos fortalezca, que su júbilo nos alegre y nos anime a seguir adelante. Pidámosle que nos enseñe y ayude a levantarnos gozosos, aún en el peor sufrimiento, para que así contagiemos a todos la alegría verdadera, la alegría de la victoria de la Resurrección.

¡Adelante, siempre adelante, siempre alegres!

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